lunes, 14 de abril de 2014

Un secreto...Semana dedicada a la Literatura infantil y juvenil, especialista invitado Danilo Sánchez Lihón. Primer Secreto.

LITERATURA

INFANTIL

PARA SALVAR

EL MUNDO


Danilo Sánchez Lihón





1. Vigencia

de la literatura infantil


Para reflexionar en serio acerca de la literatura infantil propongo partir de una pregunta básica y es esta: ¿es válida en el mundo moderno para encarar los graves problemas del presente y darles solución?

Interrogante moral porque debiéramos militar en donde estemos absolutamente convencidos que radica la enmienda total de los conflictos capitales de nuestra realidad.

Porque si ella no es la solución entonces salgamos de este salón y vayamos hacia aquel lugar y posición donde consideremos que está la clave para resolver todos los problemas. Si es necesariamente subir a la montaña y coger las armas escalémosla entonces y proclamemos desde allí nuestra solución.

En donde estemos seguros que reside el punto de apoyo de la palanca que ha de ser capaz de cambiar el mundo allí debemos estar. Por eso yo estoy aquí, porque yo hace tiempo identifiqué este claro de bosque para luchar por el cambio definitivo. Y por eso yo lucho desde esta trinchera, desde esta atalaya que es la literatura infantil.

Si así pensamos quienes nos hemos reunido aquí, permanezcamos entonces vigilantes en esa colina y punto de vigía. Y militemos fervientemente por lo más caro y trascendente que haya en la vida.


2. ¿Resuelve

cuestiones raigales?


Porque, tal y cómo están las cosas no podemos perder ni un minuto de tiempo y hay que actuar de inmediato, porque de ese lapso pende la victoria.

Pero en nuestras realidades, tan atravesadas de crisis, deformaciones, desquiciamientos, corrupción y hasta infamia, en un mundo tan desalmado y hasta espeluznante, ¿la literatura infantil sirve?

¿Tiene vigencia? ¿Funciona?

¿Nos es útil para superar situaciones adversas, complejas y hasta aberrantes?

¿Acaso ella, la literatura infantil tan tierna, aparentemente ingenua, menuda y lábil, que tiene el sello de lo íntimo, entrañable y hasta de lo candoroso, puede ayudarnos a vivir?

¿Resuelve cuestiones raigales del mundo real y objetivo? ¿O estará bien considerarla un mero deliquio, confinado a la órbita del ensueño, de la fantasía y de la ilusión?


3. Exorcizándolos

para siempre


Grandes males, hechos perversos asolan la vida actual: campea en la tierra el abuso, la iniquidad y la vileza.

Y, como secuela, en la gran mayoría prevalece ¡la hosca y helada indiferencia!

¿Puede enfrentarse la literatura infantil a estos engendros, monstruos y esperpentos?

¡Sí! ¡Puede! En esto creemos fervientemente, al punto que pensamos –sin perder objetividad y sin incurrir en idealismo– que es solo ella la que puede cambiar el mundo.

Primero, porque nos enseña a asumir los problemas y a comprometernos con ellos, luego a encarar las anomalías y deformaciones, a liberar potencialidades y finalmente a resolver los asuntos fundamentales de la vida  con honestidad, ingenio y valor.

Y termina graciosa pero sinceramente imbuyéndonos de heroísmo y salvando al mundo para siempre!

4. Joyas de la sabiduría humana


No se trata pues con la literatura infantil de perpetrar una evasión, tampoco solazarnos con el adorno ni extraviarnos en el deleite, vía por la cual queramos escaparnos a soñar mundos irreales, y consecuentemente vacíos y artificiales, sino dar solución a los problemas acuciantes de nuestro entorno.

Pero, ¿de qué modo?

Lo primero que nos enseña la literatura fantástica tradicional –en los relatos ancestrales como son los mitos, leyendas y cuentos de hadas; fábulas, apólogos y relatos folclóricos– es que los males, los espantos, lo grotesco y los estados horripilantes se salvan, se revocan y redimen con estos tres componentes implícitos e inmersos en la literatura infantil: honestidad, ingenio y valor.

Pero nos enseñan estas joyas de la sabiduría humana, y desde el inicio, algo fundamental: el compromiso, que hará que descubramos que detrás del dragón, del ser contrahecho y monstruoso, detrás del endriago y esperpento, habita un ser extraordinario y querido.


5. En el fondo somos

nosotros mismos


Nos enseñan estas joyas de la literatura infantil que detrás del contrahecho y del deforme está quizá nuestro hermano, nuestro hijo, o nuestros padres desaparecidos.

Y que solo con un acto profundo de devoción, de sacrificio y hasta de inmolación hará posible liberarlos y con ellos salvarnos nosotros mismos.

Descubrimos en la mágica textura de los cuentos que aquellas temibles y escalofriantes quimeras, arpías y parcas son en verdad seres amados que hemos perdido, que yacen confundidos en el camino o en algún recodo y esperan ser redimidos.

Es más, ellos nos develan que en el fondo somos nosotros mismos que hemos quedado cautivos en esas realidades de pavor y de miedo.

Resultando como conclusión de todo ello que los cuentos de la tradición popular que los niños han elegido como suyos, nos presentan diversas y variadas perspectivas.

¿Cuáles son estas variadas perspectivas?


6. Las manos

en el fuego


Ellas son:

1. Nos hablan de un mundo deformado, de abusos, injusticias y atrocidades.

2. Nos ayudan a encontrar salidas, a tomar alternativas de solución frente a lo confuso, lo violento y lo turbado.

3. Nos alcanzan siempre principios valederos de comportamiento para encarar los problemas y resolverlos.

4. Nos sintetizan experiencias de vida y nos alcanzan sabiduría frente a los retos del mundo y la existencia.

La literatura infantil nos plantea el beso a lo monstruoso que ha de conjurar un encantamiento, como puede ser cualquier realidad difícil; nos anima a abrazar, imbuidos de verdad, belleza y temple, a aquello aparentemente malo, feo y temible, nos coteja desde el ángel a enfrentar lo falso y horripilante.

Y a poner las manos en el fuego por la salvación de lo aparentemente malo y contrahecho.

Puede el mundo sucumbir pero quedará el testimonio, solo en la literatura infantil, que supimos aspirar al bien, a la belleza, a la verdad. Y ello nos hará eternos.


Danilo Sánchez Lihón
Santiago de Chuco - Perú
Escritor, Profesor Universitario
Especialista en Literatura y Comunicaciones
Cuenta con más de una docena de libros para niños, niñas y adolescentes.

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